El mármol siempre ha sido el material por excelencia para la fabricación de encimeras pero cada vez se utiliza menos. Su composición calcárea posee mucha porosidad y se extrae de canteras, lo que supone una desventaja frente a otro tipo de materiales.
Por otro lado, los granitos son una composición de cuarzo, feldespato y mica, compactados naturalmente por los plegamientos de la corteza terrestre a lo largo de millones de años.
La cantidad de cuarzo que se extrae la determina la antigüedad de las canteras, cuanto más antiguas sea mayor cantidad saldrá, y mayor dureza tendrá.
Las piedras artificiales como el cuarzo compactado, que apareció en el mercado hace más de quince años sustituyó al granito, pero este siempre ha generado una gran controversia por su composición.
Principales desventajas del cuarzo:
- La porosidad del material. Al ser un material poroso es mucho más fácil que su superficie se manche, siendo casi imposible conseguir eliminar los restos de la mancha.
- Su baja resistencia a la luz solar y artificial. Los colores terminan perdiendo fuerza o los más claros adquiriendo tonos más oscuros con el paso del tiempo.
- El calor pone a prueba su resistencia. A temperaturas elevadas, como puede ser una olla muy caliente, el cuarzo se rajará.
- Las partículas de sílice que desprenden le hacen ser considerado un material cancerígeno.
Todos estos motivos hacen que el material porcelánico, que apareció unos años después, sea a día de hoy uno de los materiales más utilizados para la fabricación de encimeras de cocina y de baño. Estos son materiales tienen una composición mucho más resistente, que hace que no se agrieten ni descascarillen.
